Todos en algún punto de nuestras vidas hemos sido decepcionados por personas que pensabamos que nunca nos iban a fallar, ya sea parejas, amigos y familiares, sea cual sea el caso, lo normal es que la decepción profunda nos deje también una herida profunda que va a tardar en cicatrizar. Un daño que a menudo tiene que ver con la confianza, una de las cosas más difíciles de restaurar.
Por experiencia personal se lo doloroso que es sentirte decepcionado y mas que decepcionado herido, roto, como cuando te rompen en mil pedazos el corazón y te quiebran por dentro. Pero aunque parezca difícil sanar las heridas causadas, y creas que nunca vas a poder superarlo, que nunca podrás olvidar y perdonar. ESTAS TOTALMENTE EQUIVOCADO, mira lo que dice su palabra. "El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza."(SALMOS 34:18).
El Señor nunca y creeme cuando te digo nunca te va a decepcionar. No importa cuantas veces te decepcionen, que todos te abandonen, Dios nunca lo hará. y esta es una de las más hermosas promesas que podemos tener, ya que Dios es tu mejor amigo, tu confidente, tu padre, tu mundo, tu cielo, tu vida, tu esperanza, tu alegría, tu refugio, tu guardador, tu universo, TU TODO.
"Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, El SEÑOR me recogerá".( Salmos 27:10). En nuestro caso aunque todos me decepcionen y se vayan con todo me recogerá Jehova. Que hermoso es depender totolmente del Señor.
Hace unos meses una persona que pensaba que nunca me decepcionaría, lo hizo. Me encontraba en total depresión, la comida no pasaba por mi garganta, me sentía en un desierto y en ese momento supe que no me quedaba nada, que nadie podría ayudarme, solo Dios y así fue como le entregé mi vida al Señor. Y en El encontré mi refugio, me sentía en la nubes en su presencia, no importaba ya lo que pasara a mi alrededor. El sano mi corazón, me ayudo a perdonar y hoy en día ya puedo mirar atrás sin sentir decepción, rencor, solo agradecimiento, porque entendí que todas las personas que pasan por tu vida tienen un proposito que cumplir y esa persona cumplió con el suyo en mi vida, que era acercarme a Dios. Hoy puedo agradecer al Señor por permitir que así pasaran las cosas.
Con todo mi corazón les digo a todas aquellos que han sido decepcionados que Dios puede y quiere restaurarlos. Solo abandónense en El.
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