SÈ PACIENTE PARA ESPERAR EL TIEMPO DE DIOS.

Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. HEBREOS 6:15

Una de las cosas que más agobian al creyente  es esperar el tiempo de Dios. ¡Qué difícil es esperar! Especialmente cuando pensamos que ya todo esta perdido y que ya no hay esperanza.

Es entonces cuando nos ataca la desesperación  y la ansiedad comienza a devorarnos. Y mientras más lejos estamos de lograr nuestro objetivo  el enemigo toma su oportunidad y trabaja en nuestro desánimo hasta llegar a la depresión.

El tiempo de Dios no es el nuestro, pero él siempre nos da lo necesitamos en el momento oportuno. El problema de esto es que nos desesperamos y tomamos decisiones incorrectas movidos por la ansiedad y terminamos arruinando lo que Dios quiere hacer, y como consecuencias de nuestras decisiones hasta podemos llegar arruinar nuestras vidas. 

Tomemos el caso de Abraham y Sara, Dios le hizo una promesa a Abraham que tomó veinte años para cumplirse. Abraham tenia 80 años y Sara tenia 70 años cuando Dios le dio la promesa a Abraham de que tendría un hijo. Pero a pesar de que el tener un hijo era algo más allá de lo que podía pasar naturalmente, Abraham continuo creyéndole a Dios.

Así que sea lo que sea el tiempo que debe esperar, necesita seguir creyéndole a Dios y recuerde la promesa que él le hizo, ya sea algo que puso en su corazón o algo directo de la Palabra. De la misma manera que lo hizo con Abraham, Dios no va a olvidar la promesa que le hizo. Él la llevará a cabo.