HUMILDES COMO CRISTO.

"Si alguno quiere gloriarse, que se gloríe del Señor. Porque el hombre digno de aprobación no es el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba".(Corintios 10:17-18).

“Ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer.” (1 COR. 3:7.)

Cuando las cosas van bien es obvio que quieras lucirte y recibir todo el crédito, y parecer la persona más grandiosa en la faz de la tierra. Pero debes saber que no lo obtuviste con tu propio merito sino por gracia de Dios. Y cuando entiendes esto ya no te glorías a tí mismo, sino Dios. A El no le agradan las personas soberbias y engreídas. Su palabra dice: Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

A lo largo de la Biblia el Señor nos invita a tener una actitud de humildad y a no engrandecernos ante los demás por las cosas que hacemos, logramos o tenemos, porque en primer lugar  Dios fue el que permitió que lograras o obtuvieras cualquier cosas que tengas, eso es algo que debemos entender. No hay nada en este mundo que pase sin su autorización. ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? (Lamentaciones 3:37). Por gracia y por misericordia de Dios estamos  aquí, y todo lo que tenemos es por  razón de El. 

QUE DICE LA BIBLIA SOBRE AQUELLOS QUE SE JACTAN DE SI MISMOS: 

Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.  ( Gálatas 6:3).

 

Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. (Romanos 12:3).

 

Como las nubes y el viento sin lluvia es el hombre que se jacta falsamente de sus dones. (Proverbios 25:14).

 

Has visto a un hombre que se tiene por sabio? Más esperanza hay para el necio que para él. (Proverbios 26:12).

 

Si alguno cree que sabe algo, no ha aprendido todavía como lo debe saber. (1 Corintios 8:2).

 

No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios. (2 Corintios 3:5).

 

Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio. (1 Corintios 3:18).

 

Basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado. (ROMANOS 12:3) .

 

El ser bendecido con el éxito es recibir un estilo de vida que se te puede ir entre los dedos. Es una oportunidad, y si la puedes manejar bien y vives tu vida con humildad, mantendrá tu mente en la tierra y disciplinado. No importa lo que hagas, no importa que tan exitoso seas, no importa que tan afortunado seas, nunca presumas acerca de ser mejor que otros. Eres una rama, lo que hagas será parte de esa rama, conectada a otras ramas y a un árbol que es mucho más grande que tú.
 

Mantente agradecido y se siempre humilde porque por gracia y misericordia del Señor tienes todo lo que tienes. "Porque de El, por El y para El son todas las cosas. A El sea la gloria para siempre". (Romanos 11:36).