Uno de los mejores regalos que Jesucristo nos regalo es la gracia del Perdón. Cristo murió por nosotros y con su muerte pagó el precio de nuestros pecados. él borra nuestras transgresiones. No importa el tipo de vida que hayamos vivido en el pasado. No importa que hayamos hecho. No importa cuán bajo hayamos caído en el pecado. La Palabra de Dios dice que "si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados". (1 San Juan 1:9)
Pero hay un pecado que, según la Biblia, no tiene perdón. (San Mateo 12:34). ¿Cuál es el pecado imperdonable? El pecado contra el Espíritu Santo el cual consiste en la negación de parte de la persona, a aceptar la salvación y el perdón dados por Dios. ¿Y por qué no puede Dios perdonar ese pecado? ¿Será quizá porque lo ofendimos tanto que él ya no quiere saber nada más de nosotros? No. No es por eso. El amor de Dios es una amor infinito, misterioso e incomprensible. A pesar de nuestros errores él nos continúa amando.
La razón es porque el ser humano que llegó a cometer ese pecado ya no siente que es pecador. Le parece que todo está bien para él. No hay nada ya que le duela. Nada que lo afecte. Ya no siente la voz de Dios suplicando a su corazón. La persona misma, voluntariamente ha rechazado este perdón y salvación dadas por Dios.
En consecuencia, vive anestesiado en su pecado. No necesita arrepentirse. ¿Para qué? Piensa que no ha pecado. Ya no pide perdón, porque no siente necesidad de él. Y Dios no puede obligar al ser humano a aceptar el perdón. El pecado contra el Espíritu Santo es imperdonable. No porque Dios no lo quiera perdonar, sino porque el hombre no acepta su perdón.
Advertencia a los que continúan pecando
Esto es una gran noticia, Dios esta dispuesto a perdonar todos nuestros pecados. Pero algo muy importante es que nosotros debemos estar dispuestos a no hacerlo otra vez. Hebreos 10 nos habla del pecado y nos da una advertencia a los que continúan pecando despues de haber conocido la verdad.
"Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS." (Hebreos 10:26).
Necesidad de perseverar
"Recuerden todas las dificultades y los sufrimientos por los que ustedes pasaron al principio, cuando aceptaron la buena noticia. A pesar de eso, nunca dejaron de confiar. 33 A muchos de ustedes sus enemigos los insultaron y los maltrataron delante de la gente, y en otras ocasiones ustedes sufrieron con quienes eran tratados así. 34 También tuvieron ustedes compasión de los que estaban en la cárcel, y con alegría dejaron que las autoridades les quitaran sus pertenencias, porque sabían que en el cielo tienen algo mucho mejor y más duradero". (Hebreos 10:32-34).
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