DIOS TE AMA TAL Y COMO ERES.

Cuantas veces pensamos que Dios nos ha dejado de amar pese a todas las cosas que hemos hecho a lo largo de nuestra vida, llegamos a un punto de hasta de alejarnos de El, pensando que no somos merecedores de su amor y de su gracia. Y que somos muy malos y pecadores para que El nos acepte. 

Pero debemos saber que El nunca nos ha puesto condiciones para ser elegidos, sólo debes reconocer que lo necesitas y que eres pecador y el te dará el perdón que necesita tu vida. Porque El dice que nunca más se acordara de tus  transgresiones. Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades. Hebreos 10:17. También te dice que te ama con amor eterno y por eso nos prolongó su misericordia. Jeremías 31:3. Sabes que significa eterno, que nunca tiene fin y Dios nos ama de tal manera porque El nos creó para El. Porque de El, por El y para El son todas las cosas. A El sea la gloria para siempre. Romanos 11:36.

El te conoce y te acepta así como eres, con fallas y debilidades. El es el único que conoce todo de ti, tus pensamientos, tus sueños y tus anhelos. Él conoce tu pasado, lo que has hecho, las situaciones que has pasado y conoce también tu futuro. Él sabe todo de ti. Incluso hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados. Mateo 10:30. El quiere aceptarte tal y como eres con tus impecciones porque no hay alegría más grande para un Padre que tener a un hijo perdido de vuelta, porque lo que Dios quiere es que todos nos volvamos a  El.

No tienes que ser perfecto para que Dios haga su obra en ti, yo soy testigo de eso. Así que no tengas miedo de dar el primer paso, Dios no hace acepción de personas. Hechos 10:34.

Recuerda que: A veces el paso más pequeño en el camino correcto,termina siendo el paso más grande en toda tu vida.

Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Salmo 139:1-3.

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Salmo 139:13.

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;  Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmo 139:23-24.